27 de julio de 2006

Alfonso necesita un perro.
Lo vi observar una bolsa de comida canina.
Inmutable, inmóvil frente a la mascota sonriente de la publicidad.
Un arbusto más de los que había en ese vivero.
Esta vez tampoco me oyó.
Solo nos basta vernos para sentir lo que es ser extraño.

24 de julio de 2006


Hoy es principio de mes.
Ir al banco River me deteriora, me enloquece.
Interminables colas que tienen un solo cajero para disipar.
Un calor agobiante puebla el inmueble.
Dos cajeros automáticos para depósito, dos para extracciones.
Sus respectivas filas que se juntan con las de las cajas.
Una para empresas, otra para clientes, y la que me toca a mi, para gente común.
Un cartel que dice salida de emergencia sobre la puerta de ingreso.
Una puerta, dos funciones.
Otro sujeto se acerca a las cajas a dar una mano.
200 personas en un espacio físico para 60.
A medida que se avanza, más se introduce en el edificio.
En el subsuelo se abona mi derecho a propiedad.
La gente ya no tolera que no demoren a los clientes de river infinity.
Luego de perder media mañana, llego a la ventanilla.
Le dejo la platita y hasta con cambio le abono.
Me llevo la impotencia y la indignación de la situación.
¿Dónde están los organismos de control?
¿El estado va a responder por los accidentes que se puedan ocasionar en sus instalaciones, como lo hizo con la deuda privada?
Como podemos confiar en estas miserables entidades, luego de lo hecho tiempo atrás.
Ya me lo había confirmado mi hermano.
“Todos los principios de mes un cajero demorará tu vida…”

22 de julio de 2006


Por la unión de los pueblos latinoamericanos.
Arriba las manos, contra el imperialismo.
A romper las cadenas de la esclavitud.
Ya falta menos...

21 de julio de 2006


Duendecita de las manos frías.
Inmune a la mezcla entre alcohol y vapor tóxico.
Voy a tu encuentro.
Perfumado de más para camuflar el aroma a lana.
¿Y el amor?
Aún no sé que he hecho de él.

18 de julio de 2006


Llamado a la solidaridad.

Se necesita con suma urgencia, saber sobre el paradero del señor Julio, habitante asiduo de la mini plazoleta, frente del palacete.
Los fieles canes que lo rodeaban en esas tardes de alcohol y petardo, temen que un tsunami de maquillaje y una escoba política, haya arrastrado con todo lo que pueda cuasar mala impresión a los alrededores.
Vecinos del lugar afirman que está demorado en el registro civil, gestionando la papeleta que certifique que el vive ahí y le permita acceder al permiso correspondiente para poder trasladarse dentro de ese perímetro.
En diálogo con este medio confesó no tener ningún servicio a su nombre.

4 de julio de 2006


Me volteo y veo luces prendidas.
Pienso que nunca estuve allí.
Propenso a deprimirme, busco mantenerme ocupado.
Mis ingresos no saldan las deudas.
Mis sueños no alimentan.
No quiero desesperar.
El camino es más claro.