30 de octubre de 2005


Soñando el día en que vengas por mí.
A ofrecerme otra oportunidad de amar.
A salvarme de esta sucia terraza de la que quiero saltar.
Por las noches el incansable grito de dolor por tu ausencia.
En el día calcinado por el calor de mi culpa y mi error.
Él quiere volver con su dueño.
La dueña de mi corazón eres tú…

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