Entramos al teatro y Tanguete no dejó de adular al jefe.
No tenía escusas para justificar tanto abandono.
Tanto olor rancio a meada de murcielago, a bosta de paloma.
Jorge recíen se enteraba de los paliativos de hace años.
Tuve que escuchar frases como "cambien un poco las ganas por plata"
"Sacá la pata del acelerador que en la curva te pasas" y " no hay un mango".
El jefe no paraba de hacernos comentarios de los proyectos y
poniendo fichas a su gestión, que es más turbia que el Chocancharava.
3 secretarios municipales, no hacen un político confiable.
Jefe es un atorrante. Los otros 2 están puestos a dedo.
Los hubiera matado a todos.
Jorge no me pareció simpático.

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El nuevo proyecto de un viejo homicida.